Miras tu Potos (o Jiboia), la joya de tu colección. Ha crecido tanto que es un verdadero monstruo, una cascada de verde que te llena de orgullo. Pero ahora, las raíces se escapan por los agujeros de drenaje y su crecimiento se ha ralentizado. La idea de sacarla de su hogar y dividirla parece un riesgo enorme, casi un acto de traición. Antes de empezar a aprender cómo dividir un potos, quiero que respires hondo y entiendas una verdad fundamental: el Potos es un tanque de guerra botánico.
Es una de las plantas más resilientes y dispuestas a vivir que existen. El riesgo de fracaso es increíblemente bajo. Hoy, no estás realizando un procedimiento peligroso; estás participando en uno de los procesos más seguros y gratificantes de la jardinería: la multiplicación de la abundancia.
La Filosofía del Parto: Por Qué Dividir es un Acto de Creación
Es crucial que cambies tu perspectiva. No vas a «romper» tu planta. Vas a actuar como un «partero». Tu planta madre ha crecido tanto que está lista para dar a luz a nuevas familias independientes. El denso cepellón de raíces no es un problema; es un vivero abarrotado. Tu función hoy no es la de un cirujano que corta, sino la de un asistente que ayuda en un nacimiento múltiple, asegurando que cada nueva familia comience su vida de forma saludable.
¿Cuándo Dividir un Potos? Las Señales de un «Nido Apretado»
Tu planta te dirá cuándo está lista para la expansión. Estas son las señales de que ha llegado el momento de aprender cómo dividir un potos:
- Raíces Fugitivas: Ves una gran cantidad de raíces saliendo por los agujeros de drenaje o incluso por la superficie del sustrato. Es la señal más clara de que el espacio se ha acabado.
- Crecimiento Estancado: A pesar de tener buena luz y cuidados, tu planta ha dejado de producir nuevas hojas o su crecimiento es muy lento. Está «estancada» por falta de recursos.
- Secado Ultra Rápido: Tienes que regar la planta constantemente porque el sustrato se seca en uno o dos días. Esto ocurre porque la proporción de raíces es mucho mayor que la de tierra, que es la que retiene la humedad.
El Protocolo de Nacimiento: Cómo Dividir un Potos Paso a Paso
Ahora que entendemos la filosofía, vamos al procedimiento. Sé firme, pero gentil. Confía en el proceso y en la increíble fuerza de tu planta.
Paso 1: La Extracción (Sacando al Paciente del Vaso)
La preparación es clave para un proceso sin estrés.
- Hidratación Previa: Riega tu Potos a fondo uno o dos días antes de la división. Un sustrato ligeramente húmedo es más fácil de trabajar que uno seco y compacto o uno empapado.
- La Técnica: Coloca la maceta de lado y golpéala suavemente por todos los lados para aflojar el cepellón. Con cuidado, inclina la maceta y desliza la planta hacia afuera. Nunca tires de los tallos, ya que podrías romperlos. Si está muy atascada, puede que necesites pasar un cuchillo por el borde interior de la maceta.
Paso 2: El «Peinado» de Raíces (Desenredando a la Familia)
Ahora tienes frente a ti una masa compacta de tierra y raíces.
- Masaje Suave: Con tus dedos, empieza a masajear suavemente la parte inferior y los lados del cepellón para soltar la tierra vieja y empezar a desenredar las raíces exteriores. Quita aproximadamente un tercio del sustrato antiguo. Este proceso, además, te permite inspeccionar la salud de las raíces.
Paso 3: La Separación (El Acto de «Coraje Gentil»)
Este es el momento que causa más hesitación, el corazón del proceso de cómo dividir un potos.
- Busca las Divisiones Naturales: Observa la base de la planta. Verás que está formada por varios grupos de tallos. Esas son tus divisiones naturales.
- Usa tus Manos Primero: Intenta separar suavemente estos grupos con tus manos. Empieza desde abajo, en las raíces, y ve subiendo. Escucharás raíces rompiéndose. Es normal y está bien. La planta está diseñada para soportarlo.
- El Bisturí (si es necesario): Si las raíces están demasiado enredadas para separarlas con las manos, usa un cuchillo limpio y afilado o unas tijeras esterilizadas para cortar el cepellón en dos, tres o cuatro secciones. Asegúrate de que cada nueva sección tenga un buen puñado de raíces y varios tallos con hojas.
Paso 4: El Replantio (Dando a Cada Familia un Nuevo Hogar)
Ahora tienes una planta madre más pequeña y varias «plantas hijas».
- Elige los Vasos: Selecciona macetas que sean solo un poco más grandes que el nuevo cepellón de cada división. Plantar en una maceta demasiado grande es un error común que puede llevar a un exceso de riego.
- Sustrato Fresco: Usa un sustrato nuevo, de buena calidad y con buen drenaje. Coloca un poco en el fondo de la nueva maceta, posiciona tu división y rellena los lados, presionando suavemente para eliminar bolsas de aire.
Paso 5: Los Cuidados Post-Parto (La Recuperación)
Toda nueva madre y sus bebés necesitan un período de recuperación.
- Riego Inicial: Riega cada planta recién trasplantada a fondo, hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje. Esto ayuda a asentar el nuevo sustrato.
- Ambiente de «UCI»: Es normal que las plantas parezcan un poco mustias durante unos días. Este es el shock de trasplante. Colócalas en un lugar con luz indirecta brillante y alta humedad durante las primeras semanas. Evita el sol directo a toda costa. Para una guía completa sobre esta fase, consulta nuestro artículo sobre el shock de trasplante.
Maximizando la Abundancia: ¿Y los Esquejes Largos?
Tu misión de aprender cómo dividir un potos ha sido un éxito. Pero, ¿qué hacemos con esos tallos largos y un poco pelados de nuestras nuevas divisiones?
No Desperdicies los Tallos: Propagación en Agua
Aquí es donde transformamos la abundancia en una selva.
- La Poda Estratégica: Poda esos tallos largos para darle a tus nuevas plantas una forma más compacta.
- La Multiplicación Extra: Corta esos tallos largos en secciones, asegurándote de que cada una tenga al menos uno o dos nudos. Colócalos en agua. En pocas semanas, tendrás aún más plantas nuevas. Es la técnica que enseñamos en nuestra guía de cómo propagar plantas en agua.
Has pasado del miedo a la abundancia. No has «roto» una planta; has multiplicado la vida. Has transformado un «monstruo» superpoblado en una vibrante «selva» que puede llenar tu hogar o convertirse en el regalo perfecto. La resiliencia de estas plantas es asombrosa, un hecho validado por expertos como la Extensión de la Universidad de Florida.
Cuéntame en los comentarios: ¿cuántas «plantas hijas» nacieron en tu primera división?

Gabriel Costa es un biólogo y etnobotánico que ha dedicado años a estudiar la compleja relación entre las plantas y su entorno. Tras darse cuenta de que pasaba más tiempo reaccionando a problemas en su propia colección de plantas que disfrutando de ella, fundó Punto Cero Lab.
Su misión es aplicar principios científicos y de mindfulness para transformar el cuidado de las plantas de una fuente de estrés en una poderosa herramienta para el bienestar. Él cree que la planta más saludable es el resultado de un cuidador más consciente.